¿Cómo vamos de comilonas? ¿Bien?
¡Es una pasada! Llega la Navidad y nos volvemos locos, yo la primera. A comprar, a comer, a beber, a ver a todo el mundo... ¡que ha llegado la Navidad!
Es como si durante estos días hubiera de hacer todo, todo lo que ya hacemos asíduamente, más todo lo que se nos olvidó hacer o no pudimos, más lo que hubiéramos debido hacer y no hicimos.. ¡Madre mía, es una locura!
Pues estamos a 28 y no he hecho aún un montón de cosas: visitar a las dos únicas tías que me quedan (para que no haya equívocos: Lola e Inés), comprar un número para el Niño (que para él será... ¡con la suerte que tengo!, cada noche hay juego de mesa en casa y... NO GANO NUNCAAAA!!! Y, digo yo, para consolarme, que Sergio cada día me quiere más!!!!), llamar a mi amiga Montse, que a este paso no me va a coger el teléfono... con deciros que un poco más y se me pasa el pago de la matrícula de la UNED...
Así, que este 2014, sin pausa pero sin prisa, que de tanto correr se me pasa la vida sin disfrutarla.
Saludos a todos y a todas. Espero teneros aún el año próximo, sin excepción. Bueno... menos a cierto monarca... que cómo que paso! (y esto va por tí, papa).
Muakssssss!!!
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